Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital

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Cruzar el Atlántico para estudiar en U-tad: “lo recomendaría al 100 %”

Hace menos de seis meses José Luis Martínez decidió cruzar el Atlántico en busca de una nueva aventura educativa. El joven, mexicano y estudiante de la Universidad de Monterrey, se reconoce como un apasionado del dibujo, casi un fanático de las películas y de las series de animación. Confiesa a U-tad que siempre había soñado con que los personajes que nacían de su pincel cobraran vida pero, sin esperanzas de poder formarse en ese ámbito, a punto estuvo de decantarse por el diseño gráfico como futuro profesional. Por suerte descubrió que, aunque de implantación muy reciente, en su país natal existía la carrera de animación.

José Luis ha pasado seis meses de intercambio, formándose en las aulas de U-tad y en el Grado de Animación, para completar la formación de su centro de origen y para descubrir un mundo nuevo que nunca había esperado. El próximo 9 de junio finaliza su etapa en España, pero tiene claro que su camino no debería acabar aquí: le encantaría volver para estudiar un postgrado en animación y seguir cazando oportunidades a este lado del océano.

¿Qué estudias y cómo conociste U-tad?

Estudio Animación y Efectos Digitales en la Universidad de Monterrey y no conocía U-tad hasta que decidí hacer un intercambio. Antes de ello mis opciones para venir a España estaban en Barcelona y Extremadura, hasta que mi facultad me recomendó U-tad. Me dijeron que, dados mis estudios, me interesaría mucho una universidad dedicada al área de la animación. Investigué y la verdad es que el plan de estudios me pareció muy bueno. Por eso decidí venirme.

¿Cómo ha sido tu experiencia?

Ha sido bastante enriquecedora y agradable. Me ha sorprendido mucho ver que los estudiantes se mueven en muchas áreas y trabajan a un nivel increíble. También los maestros, sus trabajos, su experiencia laboral en la industria. Esto es algo que nunca había visto, no pensaba que quienes trabajaban en el sector también impartían clases.

Además, he conocido estudiantes que ya tienen proyectos con compañías grandes, algunos están haciendo proyectos de videojuegos, por ejemplo, con Sony. He podido probar sus productos y ver que todo lo que están desarrollando es impresionante. Realmente, no había imaginado el nivel que hay en U-tad ni todas las puertas que me podría abrir.

De todo ello, ¿qué es lo que más destacarías?

Me llevo lo aprendido de mis profesores y sus consejos. Me he relacionado especialmente con los que se dedican a hacer dibujos, porque quiero dedicarme al arte conceptual. Me gusta preguntar por aquí y por allá sobre cómo lo hacen y me llevo un buen sabor de boca al saber que he conocido a profesionales que han trabajado en algo que me interesa. Además, es bueno saber que alguien te puede guiar y que no vas a estar perdido.

Has hablado de que alumnos de diferentes áreas trabajan conjuntamente, ¿resaltarías esta oportunidad?

Es algo que te hace sentir muy bien, conoces cómo trabaja cada persona y las diferentes áreas. Eso me ha permitido no solo ver cosas relacionadas con animación, sino también con videojuegos, por ejemplo, que es un ámbito que me gusta mucho. Cuando compartí experiencia con alumnos del área de videojuegos pude apreciar su trabajo a nivel de arte conceptual y modelado. Pude preguntarles, pedirles consejos y valorar sus opiniones. Cuando he visto sus proyectos me he dado cuenta de que me falta mucho por aprender, están a un nivel más alto que el mío. Antes de venir a U-tad no tenía expectativas, no sabía que me iba a encontrar algo así.

Durante este tiempo, ¿has participado en iniciativas relacionadas con tus estudios?

Me impliqué en un proyecto con otros estudiantes, un corto de animación en 2D que les llevará un año y medio aproximadamente, por lo que solo les he podido ayudar un semestre. Por otro lado, hay materias que me llamaban la atención y en las que no pude matricularme porque tenía un límite. Aun así, quise ver cómo trabajan los profesores, cómo imparten sus materias y entender las diferencias entre cómo se imparten las lecciones aquí y en México. Me ha sorprendido que en U-tad tenemos un profesor para cada materia, por lo que se sienten cómodos al dar clase.

¿Te ha merecido la pena venir hasta España? ¿Se lo recomendarías a otros alumnos?

La verdad es que sí, ha merecido la pena y me encantaría volver en otro momento. La experiencia ha sido increíble. Desde el departamento de Relaciones Internacionales me han ayudado mucho, me han recomendado lugares a los que ir, me han aconsejado sobre por dónde moverme, me han puesto en contacto con muchas personas para hacer que me sintiera más cómodo y han resuelto mis dudas. Además, U-tad es un centro con muchas facilidades, manejan muchos sistemas… los alumnos contamos, por ejemplo, con cintiqs que facilitan nuestro aprendizaje.

Y, claro, se lo recomendaría a muchos de mis compañeros, más que nada porque sé que hay interesados en materias en las que no podemos formarnos allí. Por ejemplo, hay gente que quiere trabajar haciendo videojuegos. Es algo que en U-tad se maneja pero en México no, donde para trabajar de ello tienes que ir buscando gente a la que le guste este ámbito y formar tu equipo. Recomendaría U-tad al 100%, esta universidad tiene mucho potencial y creo que hay mucho por hacer.

¿Te gustaría volver a vivir la experiencia U-tad?

Claro, me encantaría volver de nuevo, un semestre no es suficiente para poder desarrollarte del todo, necesitaría más tiempo – tal vez un año – para seguir investigando. Me gustaría volver y hacer algún postgrado en Animación porque hay mucho por ver y U-tad realmente ofrece una gran variedad de posibilidades.

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